El Último Liliputiense
jueves, septiembre 21, 2006
06 Tormenta
"Momentos después mi sonrisa deja de serlo y pasa a ser una estruendosa carcajada, al menos para mí. Primero río mirando hacia abajo, luego me tomo la cara y rio con muchas ganas. Sólo me calmo casi medio minuto después. Ibon me mira, no está agradada, me atrevería incluso a decir que se mezcla frustración con resentimiento en esa mirada.
En ese instante la claridad aparece al fin en mi mente, quizás de verdad somos violentos los liliputienses, sólo que hemos aprendido a canalizarla. El problema es que nunca había enfrentado una ofensa contra mi patria, creo que somos nacionalistas exacerbados. Me detengo a pensar, rápidamente barajo posibilidades. Analizo lo sucedido: He insultado a una gigante, estoy en su tierra y en su casa, aunque fuera de mi tamaño debería de respetar eso, norma fundamental liliputiense. El agravante es que si ella me ve como Góliber y soy sólo una rareza podría abandonarme a mi suerte y sería irremediablemente mi fin en este mundo gigante. He obrado mal. Pero también he ganado, no puedo olvidar eso, el código de honor liliputiense es específico, los vencedores siempre pueden disponer de los vencidos, lo dificultoso es que no estoy en Liliput y ese código pasó a ser sólo una anécdota hace mucho tiempo, desde que estamos en paz, fecha que coincide con la presencia de Góliber en Liliput.
Definitivamente debo apelar al sentido común. Ibon ha permanecido callada todo el tiempo y ahora mira fijamente al piso.
Creo que disculparme con ella sería lo más correcto. Ya estoy tranquilo. Me dispongo a hacerlo, cuando veo que es ella quien está enfadada ahora… Levanta la vista del suelo y me mira fijamente. Se acerca, el mueble en que estoy queda a la altura de su cintura. Se acerca un poco dando un paso con mucha fuerza, todo se tambalea. Confirmado: Está furiosa. Ahora de verdad siento miedo, mucho más del que cuando me encontró en la playa. Me grita demasiadas cosas, de verdad que son sólo truenos que no logro entender, acerca cada vez más su cara, sólo con el aire que expulsa al gritar me hace tambalear, golpea el mueble con su puño, cerca, demasiado cerca de donde estoy, eso finalmente me hace caer sentado. Me señala con su índice, incluso me empuja el pecho con fuerza, me duele. Yo ahora comprendo bien la situación, el error fue mío, nunca debí tratarla así, no escucha para nada mis excusas, creo que la irritan todavía más. Respira por un momento. Mira hacia arriba. Aprovecho para gritarle de nuevo mis excusas, decirle que todo fue un error y que no quise agredirla. Nuevamente me mira, su cara es de desesperación. Transpiro muy, muy frío. Pierdo el habla. Cierro los ojos, ocurre lo peor. Me toma en su mano ahora sí con fuerzas, sospecho que dista bastante aún de la presión máxima que podría ejercer. Estoy aterrado. Me parece que aprieta con más fuerzas. Ya casi no resisto. Pienso que definitivamente este es mi fin. Me uniré a ustedes, compatriotas, hasta aquí llega el pueblo de Liliput, el país más grande del universo".

"Uno, dos tres, cuatro... diecisiete, dieciciocho... veintitres... veintiocho... treinta y dos. Treinta y dos cuadritos de madera tiene el piso de mi pieza. Hay una sola ventana y deja entrar tanto sol como aire marino de ferias y verduras. Cálmate, Ibon, cálmate, a fin de cuentas no sabes qué ha pasado con el pequeño. Aunque, considerando que le salvaste la vida, no debería portarse así contigo. Es más, él está conciente de que le salvaste la vida, de que entiende, entiende. Pues bien, entonces las cosas andan mal. Ese duende estaba botado en la playa, lleno de harapos, sucio y malherido. ¿Qué tan increíble es, al fin y al cabo? Ni siquiera se parece a los duendecitos de Blancanieves, que trabajaban duro para mantenerla en su casa y la trataban como la princesa que era. Pues bien, ¿y qué me da este enano? Rechaza el baño, hace preguntas insidiosas sobre Gulliver, y como si no bastara, además se atreve a encararme quien sabe con qué insultos de su imaginario Liliput, sonriendo como si la pena que me acaba de causar fuera una broma divertidísima. ¿De qué se las da? ¿Ahora por leerle lo que él mismo me pidió, tengo la culpa? ¡Ja! Basta de contar tablitas, esto es demasiado, si el duende llegó a mi vida va a tener que aprender un par de cosas. Me dirijo hacia la mesa, y lo miro fijamente: tal y como pensaba, su expresión es de un terror tremendo. Hago temblar el mueble como un pequeño castigo con mis propios pasos. Pero, un momento, a pesar de que está asustado no parece muy arrepentido de lo que acaba de hacerme, ni siquiera después de esta demostración de mi "poder sobre él", por decirlo de alguna manera. ¿Estas son formas de agradecer todo lo que ha pasado hoy? Lo protegí de mis hermanas, lo escondí, conversé con él, hice todo lo posible porque se calmara mientras me disparaba palabras acaloradamente. ¿Cree que por ser pequeño duele menos? Veamos si por ser más grande te duele más. Sin poder contenerme, comienzo a desahogarme a gritos en su cara, golpeando el puño con la mesa e incluso apuntándolo y empujándolo con el dedo, un comportamiento por el que tantas veces me retó mi mamá cuando lo practiqué con mis familiares en nuestras reuniones. Ahora parece querer decir algo. Sea lo que sea, no me interesa. Miro hacia el techo, esta vez sin intención de contar más paneles para calmar mi ira. Sigue hablando, como si alguna de sus excusas me importara, ja- ja- ja. Esto ya es demasiado, ¿dijo perdón o disculpa en su discursillo barato? No. Es hora de tomar medidas drásticas, reflexión traducida en un buen apretón entre mis manos. ¿Qué tantas ganas tienes de enojarte ahora?"
3 Comments:
Anonymous Anónimo said...
ooooo..ke miedo!!!!!

uy..jjajajaaja
ta bien aplicado el contexto en too caso...
las diferencias culturales son una interrupcion sintactica...

jajajajaja..ya ni me acuerdo de tanto nombre..
urkuy y sus guias..

bien traductores!!!
aplicando materia a la ....
vida diaria????

muchos besotes....
aki atenta a sus escritos..

Blogger Unknown said...
¿Resucitará este espacio?

Chaussito

Blogger Claudia Lizardo said...
Hola! Gracias por pasar por mi blog!... ando chequeando el tuyo. Saludos!